martes, 3 de mayo de 2011

Bien venida

Bien-venidas sean y bien-venidos también a mi proyecto de año nuevo (nótese el guiño sexual ad hoc con el tema del blog). Claro que como una es una mujer ocupada el proyecto de año nuevo no se concretó sino hasta mayo. Mejor tarde que nunca es un lugar común por algo. Pospuse tanto este proyecto que decidí abandonar toda pretensión de perfección y hacerlo un espacio al que le quepa todo (guiño, guiño). Este blog quiere ser muchas cosas y como todos mis proyectos nació con delirio de grandeza, pero la realidad es que mi tesis me tiene lo suficientemente frustrada como permitirme dos frustraciones de esa índole a la vez... quizá el tiempo lo irá definiendo mejor. Por ahora no me parece más que un lugar para articular una serie de notas desordenadas sobre trabajo sexual en México y América Latina: una miscelánea de ideas, conceptos, opiniones y noticias. A veces hay que tomarse las cosas más a la ligera. 

Debo decir honestamente que aunque pretendo escribir una tesis sobre el tema, no sé todavía cuál es mi postura en lo que toca al trabajo sexual. No sé si algún día tendré cualquier tipo de certeza al respecto. Sé lo que no pienso, por lo menos. No pienso, por ejemplo, que todas las formas de trabajo sexual son explotativas; no pienso que todos los hombres y mujeres que buscan u ofrecen servicios sexuales son malos, pobrecitas, pervertidos, sucias, cabrones, desviadas y machistas; no pienso que todas las trabajadoras sexuales son ‘víctimas’ (de sus circunstancias, de otros hombres o mujeres, de su pobreza…). En fin, creo que de ahí se podemos partir y sobre esa línea pueden imaginarse qué esperar de este blog.  

Por último quiero aclarar un par de cosas:

  1. Claro que sé que existen trabajadoras sexuales y trabajadores sexuales pero, el tema que se va a tratar en este blog es el trabajo sexual femenino.
  2. Aunque entiendo la consigna que defiende el uso de la @ para un lenguaje neutro no lo uso ni lo usaré porque no me gusta como se ve. Además, no me resulta práctico. Soy más partidaria de sustituir las letras que designan el género por una x o un *. Créanme que intentaré en la medida de lo posible ser inclusiva en mi lenguaje sin hacer uso de sustituciones torpes, pero soy tan nueva en esto como cualquiera. Si de pronto se me va alguna, usté dispense. Yo creo que ya deberíamos inventar un género neutro. Si fue tan fácil quitarle la tilde a sólo… ¿qué tanto es tantito?
  3. En este blog prostituta, trabajadora sexual, sexoservidora, puta y otros derivados serán usados de manera indistinta. (Eso no quiere decir que no tengan matices que ameriten una explicación más amplia. Pueden leerla aquí.)
  4. Ya lo dije en el decálogo, pero lo repito por si las dudas: este blog puede leerse como una apología del trabajo sexual, sin broncas. Lo que no debe es interpretarse como una apología de la trata de personas. Trabajo sexual y trata no son la misma cosa. Abolicionistas abstenerse*.

*Bueno, noscierto, podemos dialogar siempre y cuando se cumpla esa condición de “dos partes” hablando, escuchando, opinando.

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